La artrosis y la artritis son problemas frecuentes, que afectan a muchísimas personas, y seguramente conoces a alguna que las padezca. Según la causa, pueden manifestarse desde la juventud o en edades más avanzadas. Además, responden a alteraciones propias de la articulación o a factores externos.
Como resultado de estas enfermedades, la calidad de vida es baja, ya que producen muchas limitaciones en la actividad cotidiana. Por otra parte, el dolor crónico que comúnmente las acompaña a también incide negativamente en el estado de ánimo.
¿Qué es la artrosis?
En todas las articulaciones los huesos están cubiertos de cartílago, que facilita un deslizamiento suave y no traumático. Cuando aparece el proceso de desgaste en ese tejido, la degeneración es progresiva, irreversible y puede involucrar a varias articulaciones. Entre las más frecuentes se encuentran las de la columna, las manos, las caderas, las rodillas y los tobillos.
Generalmente, la artrosis se manifiesta en ambos sexos por igual después de los 40 años, y después de los 55 es más frecuente en las mujeres. Has de saber que la artrosis es la primera causa de discapacidad motora en todo el mundo. Existen muchos factores responsables de que se desencadene esta patología.
- Obesidad o sobrepeso.
- Edad avanzada.
- Lesiones que más adelante causan desgaste.
- La sobrecarga de las articulaciones bien sea laboral o deportiva.
Ya que el dolor articular se presenta al movilizar el miembro o al estar de pie durante mucho tiempo, es habitual que mejore con el reposo. También puede haber rigidez, especialmente cuando la inmovilidad es prolongada. Es posible observar atrofia muscular, inflamación en los tejidos blandos circundantes o deformidad en la articulación.
¿Qué es la artritis?
La artritis es una alteración que cursa con inflamación de la membrana sinovial, una capa de tejido conectivo que sirve para proteger del roce. Forma las bolsas sinoviales, llenas de líquido lubricante, y cubre la cavidad articular y los tendones. La inflamación de este tejido puede ser crónica, presentar remisiones o curarse, a diferencia de la artrosis.
De esta forma, produce un dolor continuo, que no mejora con el reposo y se presenta de manera simétrica en los dos lados del cuerpo. Además, hay aumento de volumen de los tejidos blandos y limitación de los movimientos, especialmente después de la inactividad prolongada.
Siguiendo con las causas metabólicas, encontramos que los signos de inflamación son intensos y el dolor está muy bien localizado. Se deben a la acumulación de cristales en las articulaciones, de ácido úrico en la gota y de pirofosfato de calcio en la pseudogota.
Tratamiento de las patologías articulares
Ciertamente, en muchos casos es necesario resolver o aliviar la causa subyacente que produce los síntomas. En las artrosis es conveniente administrar medicamentos que retarden la degeneración del cartílago, como la condroitina y la glucosamina.
En la gota y la pseudogota se prescribe la colchicina, mientras que las artritis de origen autoinmune se tratan con antirreumáticos. La fisioterapia, los ejercicios de bajo impacto como la natación, bajar de peso y evitar la sobrecarga articular son medidas muy útiles.
Sin embargo, en el manejo terapéutico de estas enfermedades existe un factor común muy importante. Es necesario mitigar o eliminar el dolor y la inflamación. Es un aspecto que permite mejorar la calidad de vida y los fármacos antiinflamatorios son los de más amplia utilización.
La fotobioestimulación
La capacidad de los tejidos de regenerarse y curarse puede ser estimulada con medidas físicas muy avanzadas. La terapia láser LASERDOL tiene una eficacia científicamente probada en la artrosis, artritis y el dolor articular de diversa naturaleza.
Es un tratamiento no invasivo, indoloro, sin contraindicaciones ni efectos adversos. Otra de las ventajas es que se aprecian los resultados después de unas pocas sesiones.
El Láser Cure Plus de LASERDOL posee el marcado CE y se fabrica bajo la certificación ISO 13485. Emite una luz de 980 nanómetros de longitud de onda y de una potencia máxima de 10 vatios. Es posible regular la potencia y la superficie de irradiación para adaptarlas al estado de la articulación y del paciente.
Finalmente, la energía emitida por el equipo incide en la zona, generando un efecto analgésico y antiinflamatorio en patologías agudas o crónicas. El láser penetra profundamente en las articulaciones e interactúa con los diferentes tejidos para acelerar los procesos de curación naturales.
Vivir con artrosis es un reto para las personas que padecen esta enfermedad. Gracias a los avances de la tecnología, es posible conseguir una mejor calidad de vida, y una vida sin dolor.